Once veladas en un club de jazz para dejar de hablar del coronavirus. Jos? Luis Salinas Rodr?guez
- Тип: Текст
- Автор:
- Издательство: Bookwire(2020)
- ISBN: 9788468546711
- Страниц: 64
- Язык: Испанский
- Жанры: Литературоведение, Критика
- Описание
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A trav?s de once relatos se visualiza la necesidad de evadirse de un presente que asedia nuestra normalidad. El tipo de refugio, o sea, los argumentos para escapar a la nueva cotidianidad que nos acongoja, son secundarios. En este texto, nos refugiamos en un local nocturno para protegernos con sus m?sicas y con su ambiente. El club es de jazz, pero podr?a pertenecer a otro ?mbito. La ficci?n, en todo caso, no puede desterrar de nuestra mente determinados posicionamientos ante lo que se nos ha venido encima. Probablemente, los acontecimientos que sufrimos obligan a tener una opini?n concreta. La propuesta que aqu? se hace es compartir, con independencia de los relatos, algunas reflexiones sobre la pandemia que padecemos, que podr?n encontrar consenso o desacuerdo. Pero lo importante de exponerlas es sugerir la necesidad de construir un relato propio que nos haga menos manejables frente a la oleada de prop?sitos y desprop?sitos que nos acosa. <br/> – <br/> POEMA DEL DESASOSIEGO ANTE LA PANDEMIA <br/> Fuimos puro desconcierto, sombras tr?mulas / agitadas por el viento de los primeros d?as de pandemia. / Superado el estupor, nos hemos llevado la mano al rostro / para tapar la mueca de asombro, de horror / con que aquella tragedia incipiente nos her?a. / Pronto, la contundencia de los golpes, / de las cifras medidas con n?meros fatales, / anestesi? nuestro dolor (?mil, diez mil, cien mil v?ctimas?) / Sin saber muy bien hacia d?nde dirigirnos, / hemos tratado de que la tormenta no nos salpicara. / En nuestro confinamiento nos han informado y nos han desinformado, / y hemos aprendido que a?n quedaba demasiado que saber, / y que para muchos las respuestas no iban a llegar a tiempo. / No pocos habr?n constatado, desde su forzosa reclusi?n, / el alto grado de estupidez que atesora la humanidad. / Habr?n descubierto que mientras est?bamos atentos / a las rencillas cotidianas, afincados en la seguridad de la rutina, / en las probetas de la naturaleza se agitaban / nuevas posibilidades de vida, y un asesino, / reducido a la simplicidad de un virus, / se infiltraba en nuestro humano convivir: / un intruso expandido a todo el planeta / por los hu?spedes que infecta, dotado con la agresividad / adecuada para lograrlo sin una matanza global / que supondr?a su propia extinci?n. / Un dise?o altamente eficaz / que antes se hubiera atribuido a los dioses, / y que ahora creemos saber que es meramente casual. / Se superar? la crisis sanitaria y se ordenar? / el caos econ?mico, ?pero y despu?s? / A largo plazo, es probable que la lecci?n recibida / termine por olvidarse en los libros de historia. / La humanidad se calca a s? misma en determinadas actitudes. / As? somos y de otro modo tal vez no ser?amos humanos. / Por ahora, mientras se combate a un enemigo / naturalmente dotado para subsistir, / nos asomamos a los balcones para confirmar / que aqu? seguimos, un d?a m?s, aguardando / el momento de dejar de contener la respiraci?n. / Mientras tanto, la primavera ha venido, / como ha llegado un chubasco, y despu?s / un sol que calienta m?s las ma?anas, / y ha salido a la calle un p?jaro / con un pico amarillo cosido a un plumaje negro / que vuela trinando en libertad, ajeno a nuestro encierro, / indiferente a nuestras incertidumbres. / Ahora que nos hemos ido acostumbrando / a lo que nunca terminaremos de acostumbrarnos, / proclamamos con esperanza que la vida sigue y seguir?.