Historias del confinamiento. Varias Autoras

• Тип: Текст
• Автор: Varias Autoras
• Издательство: Bookwire(2020)
• Серия: E-Confinamiento Gratuito
• ISBN: 9788413487861
• Язык: Испанский

• Жанры: Литературоведение

?C?mo quieres responder a las adversidades? Todo es cuesti?n de actitud. Te ayudamos a sentirte mejor con estos relatos. Confina-dos Anna Garcia Silvia est? divorciada y ahora le toca quedarse con su hija de catorce a?os. No es f?cil cumplir el encierro con una adolescente que solo quiere salir de casa, por eso sube al terrado del edificio a tomar el aire. All? se encuentra con H?ctor, quien tambi?n necesita un respiro despu?s de su trabajo en el hospital. Piluca y el s?ndrome de Willy Fog Carla Crespo Puede que Piluca sea una cabecita loca, pero liarse con el exprometido de su mejor amiga es demasiado hasta para ella. Cuando ?l se muda a su edificio, trata de evitarlo, al fin y al cabo, se pasa la vida volando por su trabajo. Todo se complica cuando una de sus compa?eras da positivo en coronavirus y ella tiene que guardar cuarentena. ?Qu? debe hacer cuando el ?nico que puede ayudarla es el hombre del que siempre ha tratado de alejarse? Conversaciones con un extra?o Erika Fiorucci Carolina lleva la cuarentena lo mejor que puede, una inmigrante mexicana en Madrid. Hace rutinas y las cumple para mantenerse ocupada, hasta que un d?a el sonido de un viol?n acompa?a su soledad de forma inesperada y, de un balc?n a otro, comienza a sostener conversaciones con el hombre que produce esa m?sica, un alem?n varado en la ciudad durante el confinamiento.Estrafalario y amante de lo cl?sico, tiene su vida planeada al mil?metro.Ahora ha encontrado el apartamento perfecto, y tal vez a la vecina perfecta.Elsa es alocada y lo ve todo con un matiz algo distinto al resto del mundo.Le gustan sus limoneros, la luz dorada de su patio, y tambi?n su nuevo vecino.Doce horas Mayte Esteban En un rinc?n de una ciudad, doce horas son suficientes para demostrar que hace falta mucho m?s que un virus para detener la vida de sus habitantes. Ni aun en la primavera m?s extra?a han dejado de cantar los p?jaros. Pongamos que hablo de Madrid…