Altas Dosis. Jeff T. Bowles
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La primera edici?n espa?ola de este libro —un ?xito de ventas en Estados Unidos en su versi?n electr?nica— presenta los ?ltimos descubrimientos realizados sobre la «milagrosa» vitamina D3 desde una perspectiva poco convencional. Con un estilo ameno y riguroso, Jeff Bowles gu?a al lector en una interesante trama de hechos cient?ficos y experiencias personales derivadas de sus «peligrosos» experimentos. ?l mismo explica en sus p?ginas el porqu? de este libro: «Cuando comprend? que 4.000 UI diarias no eran suficientes para m?, decid? someterme a un “peligroso” experimento, desoyendo el consejo m?dico que tantas veces hab?a escuchado en a?os anteriores: “tomar demasiada vitamina D es peligroso”. Comenc? directamente con 20.000 UI/diarias (50 veces m?s que la dosis supuestamente segura) y m?s adelante sub? a 100.000 UI/diarias (250 veces m?s de lo recomendado). Y ?qu? creen que me ha sucedido en los ?ltimos diez meses? ?Acaso he muerto? ?He enfermado? No, todo lo contrario. Este libro describe en detalle los resultados de mi experimento as? como los riesgos que deben evitarse. Adem?s presenta una nueva teor?a, sencilla y elegante, que explica por qu? altas dosis de vitamina D3 pueden prevenir —e incluso curar— muchas de las enfermedades y problemas de salud que padecemos desde los a?os 80… es decir, desde el momento en que los m?dicos nos aconsejaron no exponernos al sol y utilizar siempre protectores solares. As? es como surgieron esas grandes epidemias a las que nos enfrentamos hoy en d?a: obesidad, autismo, asma y muchas otras. La teor?a es muy sencilla: la vitamina D3 es una hormona que produce la piel cuando se expone a la radiaci?n solar. Por tanto, no es realmente una vitamina… simplemente recibi? un nombre equivocado cuando fue descubierta. Cuando nuestras reservas de vitamina D3 escasean, nuestro cuerpo comienza a prepararse para un periodo de hibernaci?n comiendo desmedidamente, ralentiz?ndonos para ahorrar energ?a e incluso provocando depresiones para evitar que salgamos de casa. De hecho, la disminuci?n del nivel de vitamina D3 es precisamente la se?al que indica a un oso que ha llegado el momento de hibernar. Si el cuerpo espera una escasez de recursos —lo que anta?o era frecuente en invierno—, de modo natural comienza a preservarlos para m?s adelante. Esto desencadena un fen?meno que he denominado el “s?ndrome de reparaci?n incompleta” y que es responsable de la mayor?a de las enfermedades humanas, exceptuando las causadas por mutaciones gen?ticas espont?neas o por el envejecimiento. Con altas dosis de vitamina D3 puede tratarse un gran n?mero de dolencias: esclerosis m?ltiple, asma, 17 tipos de c?ncer, lupus, artritis, trastornos cardiacos, obesidad, depresi?n, p?rkinson y muchas m?s. La mayor?a de los m?dicos estudia varios a?os y despu?s se dedica a aplicar los conocimientos adquiridos en lugar de seguir aprendiendo. En cambio, yo he dedicado m?s de veinte a?os al estudio de las enfermedades y el proceso de envejecimiento; durante diez a?os pas? doce horas diarias en la biblioteca de la facultad de medicina revisando estudios cl?nicos y trabajos cient?ficos. He publicado tres art?culos cient?ficos importantes en una revista especializada que cuenta con cinco Premios Nobel en su equipo de redacci?n. Los editores valoraron mis trabajos como extraordinariamente interesantes y de gran importancia para la medicina».